Estamos en el último cuatrimestre del año. Ese en el que saltan todas las alarmas sobre las actuaciones que habría que realizar en materia de igualdad dentro del año en curso. Ese en el que se acaba optando por desatender, gastar o invertir en igualdad.
El tamaño sí importa
El tamaño importa, y mucho.
En primer lugar, en referencia a la dotación económica. Hablamos, por ejemplo, de los fondos que se entrega a los Ayuntamientos a través del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género. Estas partidas son anuales y deben destinarse a acciones vinculadas a la lucha contra la violencia de género. Existen condicionantes respecto a las acciones a las que se puede destinar esa partida. Pero, sobre todo, existe mucha diferencia en los importes. Puesto que uno de los criterios de adjudicación es el número de habitantes del municipio.
Pongamos el ejemplo de la dotación económica de este año 2024 en Asturias. En el margen inferior se encuentra el Ayuntamiento de Yernes y Tameza, con una población de 133 habitantes, (70 hombres y 63 mujeres) y un presupuesto de 1.546,39 euros. En el margen superior, Gijón, con una población de 268.313 habitantes, (126.085 hombres y 142.228 mujeres) y un presupuesto de 119.428,51 euros.
La pregunta que cabría hacerse es si se puede invertir en igualdad con un importe tan pequeño. La respuesta, por supuesto, es que sí.
El tamaño vuelve a importar
Existe una relación entre el tamaño de los municipios y su accesibilidad. (Accesibilidad entendida desde la centralidad urbana). Los Ayuntamientos más pequeños tienen en común su ruralidad y su lejanía. Ello implica, en muchas ocasiones, invertir más tiempo y dinero para acceder a menos población. En consecuencia, el coste de los servicios a prestar se percibe como más caro cuando no se encuentran disponibles en el propio territorio. Este suele ser el caso de los servicios especializados en igualdad.
Volviendo al ejemplo anterior. Yemes y Tameza se encuentra a 1 hora en coche de Oviedo, pese a que la distancia apenas llega a 41 kilómetros. Aunque aquí resulta más ilustrativo aún el ejemplo de Pesoz. Con una población de 138 habitantes, (75 hombres y 63 mujeres), cuenta con una asignación de los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género de 1.547,09 euros y se encuentra a una distancia de la capital de 140 km. Ello suponen 2 h y media de traslado en vehículo particular. (Las condiciones del uso del transporte público a este tipo de localidades lo convierten en una opción prácticamente no valorable).
Ante estas realidades características de los entornos rurales, se vuelve fundamental no caer en la trampa de valorar ni medir igual lo diferente. Las inversiones en las zonas rurales requieren de indicadores que pongan en valor el impacto de las acciones que en ellos se desarrollan. Y desde esta mirada, sí, por supuesto que pueden ser altamente rentables las pequeñas inversiones que se realicen en igualdad en el ámbito rural.
El tamaño importa tres veces
El menor tamaño de los municipios conlleva una limitación en los recursos humanos destinados al desarrollo de las políticas locales. Apenas se cuenta con funcionariado para atender las múltiples gestiones que conlleva un Ayuntamiento. Y en multitud de ocasiones las responsabilidades políticas se compaginan con las actividades laborales ordinarias y son ejercidas desde un fuerte componente de “voluntariado”. Es decir, se desarrollan desde dedicaciones parciales a la función pública y a cambio de retribuciones económicas muy reducidas o incluso inexistentes.
Esta realidad se traduce, al menos, en falta de personal técnico especializado y en ausencia del tiempo de dedicación necesario para poder atender todas las tareas de cada área de trabajo. De este modo, la gestión efectiva se vuelve más compleja por la escasez de medios. Y ello deriva en que en muchas ocasiones las actuaciones en igualdad se desatiendan.
Qué hacer cuando se es pequeño
Dejarte ayudar. No enfrentar el reto de la igualdad en soledad.
Un servicio de igualdad especializado dispone de los recursos y conocimientos necesarios. Apóyate en expertas que te acompañen en el proceso. Para que la igualdad no acabe siendo una cuestión que desatiendas. O en la que gastes unos fondos que apenas tendrán impacto, por falta de previsión o conocimiento.
Trabajar de la mano de un servicio especializado te permitirá dedicar un mínimo tiempo a la dirección. Mientras su personal realiza el trabajo técnico de analizar las necesidades de tu municipio para realizar una propuesta de actuación ajustada a tu presupuesto, que incluya un sistema de indicadores que mida y ponga en valor su impacto. Incluso puede acompañarte en la tramitación de su justificación.
De este modo, podrás convertir en una inversión tu presupuesto para igualdad. Aunque sea muy pequeño.